En una temporada tan complicada como la que finaliza, intentar saborear lo dulce cuesta mucho trabajo.
Mucho. Pero hemos de hacerlo. Comenzamos una temporada muy complicada, con entrenamientos sin contacto en algunos casos durante casi toda la temporada. Sin pabellones donde hacerlo, todos cerrados como si fueran peligrosos locales de vicio y enfermedad, empujando las autoridades a nuestros jovenes a abandonar la práctica deportiva. Muchos se quedaron en el camino y optaron por el camino fáciil. Otros, sin embargo, hicieron frente al miedo, al coronavirus, al frío leonés y se vistieron de corto para enfrentarse a todo solo por practicar su deporte preferido. Este Club no podía dejar tirada a tanta gente, y, a pesar del varapalo económico que nos ha supuesto, hemos estado entrenando todo el año, en verano a pleno sol, en invierno, mal protegiéndonos de la lluvia y la nieve bajo el techado del pabellón deportivo abierto del Colegio de La Asunción, que supo aportar por nosotros, dándonos todo tipo de facilidades. Niñas desde los 6 años dejadas por sus padres a la puerta del Colegio, con sus mascarillas, su previo lavado de mano y su toma de temperatura que tanto les divertía, hacían ejercicio bajo la atenta mirada de unos entrenadores con una dedicación fuera de toda lógica, pasando frío igual que las niñas, pero con la esperanza de que ese trabajo serviría para que ninguna diese un paso atrás en el aprendizaje del baloncesto. Y así, tras obstáculos sucesivos, comenzamos a competir, abriendo la temporada el primer equipo, haciéndose test todos los viernes previos a un partido. Después, ya en el año 2021, fueron sumándose los equipos autonómicos. No conseguimos competir a nivel provincial por falta de clubes que inscribieran equipos para competir, algo que nosotros, BALONCESTO FEMENINO LEÓN, sí hicimos, pero resultando insuficiente para poder competir. Y así, nuestro equipo CADETE generación 2005, conseguía en Lleida el décimo puesto a nivel nacional en categoría Cadete. ¡¡El décimo!!, que se dice pronto y fácil, pero se consigue malamente. De hecho hay cientos y cientos de equipos por debajo de nuestra clasificación. No queda ahí la cosa y el primer equipo, con una mayoría de jugadoras de cantera y casi todas leonesas, sorprende -o no- y se cuela como campeón de 1ª División Nacional del Grupo Norooeste, en la Fase de Ascenso en Alhaurín de la Torre, donde gana 3 de sus 4 partidos y consigue un más que merecido ascenso. Ascenso en cancha que deberíamos valorar como nos lo valoran los clubes de fuera de León, que así nos lo transmitieron. Y por su fuera poco, nuestro equipo Junior está compitiendo en Punta Umbría con sus maletas cargadas de ilusiones, tras un año, igualmente, complicado, lleno de esfuerzo, sangre, sudor y lágrimas. En un grupo complicado, no nos cabe la menor duda de que intentarán todo por su parte. Ya, estar allí, para un Club como el nuestro, humilde, «de pueblo», colados entre los mejores de España, con nuestra cantera pura y dura, pequeñitas pero rabiosas, es ya un premio. Gracias a todas.
